Conversatorio “Conmemoración del 10º Aniversario de la Interrupción Legal del Embarazo en la CDMX”

Publicado el 16 Mayo 2017
Discurso 12, 2017

1

Dra. Teresa Incháustegui Romero
Directora general del Instituto de las Mujeres de la CDMX
Conversatorio “Conmemoración del 10º Aniversario de la Interrupción Legal del Embarazo en la CDMX”
Senado de la República

“La Ciudad de México es una ciudad santuario donde el derecho y la plena autonomía de las mujeres está reconocida, sobre todo en su cuerpo”

Muchas gracias a la senadora Angélica de la Peña por esta invitación. Además, por estar en este panel de lujo, con todas estas mujeres que son, en el caso de Regina, una joven muy capaz y promotora de todos los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, que hace una labor invaluable a través de GIRE; de Raffaela que es un talento y una gran aliada en todos estos temas y, por supuesto, nuestra querida Marcela, que es todo un vertedero de propuestas, de ideas, de imaginación y conocimiento.

Regina habló como hacedora de política pública, así que yo tendré que hablar como feminista. A mí me parece que esta ciudad santuario, que muy bien caracterizó Angélica, es una ciudad donde el derecho y la plena autonomía de las mujeres está reconocida, sobre todo en su cuerpo, que es la primera propiedad del sujeto moderno.

Cuando el Estado moderno reconoce al individuo como sujeto pleno de derechos, es un sujeto que puede hacer uso pleno de sus facultades y de su cuerpo, puede alquilar su cuerpo para trabajar asalariadamente, tiene derecho a la movilidad, tiene derecho a todo, pero resulta que a las mujeres no nos consideraron esos derechos.

Aún hoy en pleno siglo XXI, sobre el poder reproductivo de los úteros de las mujeres está sobrepuesto otro poder, que no es el poder sobre su cuerpo, como podría caber para otro sujeto, como para los hombres que son propietarios plenos de su cuerpo y a nadie se le ha ocurrido plantear que se prohíba la eyaculación porque ahí va la semilla de la vida

El Estado se ha apropiado del útero de las mujeres para decir cuándo y cómo ellas se pueden reproducir y además para plantear un supuesto de que la labor, el papel por antonomasia de la mujer es reproducir la vida y en tanto ese mandato natural no puede ser revocado por nadie.

Eso es parte, incluso del prejuicio médico que pesa sobre el tema del ejercicio de este derecho y que hace que muchos, desde su libertad individual, desde la objeción de conciencia digan que no.

Pero es un poder, como dice Rita Segato, es el poder del Estado en el útero de la mujer. Es un territorio corporal conculcado por el Estado, a través de esa restricción a que ella decida con pleno juicio moral, con plena libertad en qué momento se hace mamá, en qué momento da ese paso.

Porque además, en esta dicotomía moral en la que, también por razones de género, nos ha colocado el Estado moderno, mientras que los hombres tienen que probar a cada segundo que son fuertes, dominantes, valerosos y potentes, las mujeres tenemos que probar a cada momento que somos morales, que somos honestas, porque una mujer en el prejuicio médico, en el prejuicio incluso de la justicia, una mujer que aborta es inmoral, algo está haciendo mal que quiere abortar, de ahí surge la prohibición.

Por eso, en la Ciudad de México, con esta larga lucha de la que habla Regina, desde 1973 que se empezó a llegar a un esquema muy inteligente y estratégico a partir del cual salimos de esa dicotomía entre lo penal, el crimen, el pecado, llegamos a un tema concreto, práctico a todo el tema de las semanas en el proceso de gestación.

El hecho de que la mayor parte, casi el 80 por ciento, de los procedimientos de ILE que se han realizado en la Ciudad de México se hagan por medicamento, es decir, que la mayor parte de las mujeres que han llegado a solicitar este procedimiento, además de que son mujeres adultas de 18 a 25 años, ha llegado antes de las 8 semanas y gracias a ello ha sido posible un procedimiento expedito, sencillo y no traumático como es el medicamento y sólo el 3 por ciento ha sido por legrado, cuando son más de 8 semanas y por cuestiones de otras situaciones.

Me parece que el tema ligado también a lo que es el servicio de la ILE para las adolescentes no debería quedar a disposición de un familiar, sí de una persona mayor de edad que firme, porque tiene que ver el tema con la responsiva médica, es decir, el médico requiere que haya alguien mayor de edad que firme la responsiva, no necesariamente tiene que ser un familiar.

También nos coloca esta situación en el tema general de la política a favor de los derechos reproductivos de las mujeres. Las feministas decimos que necesitamos información sobre las alternativas para la contracepción, para elegir cuándo embarazarnos, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir.

Entonces, los caminos están abiertos. Se requiere muchísima más acción, promoción de los gobiernos y también del Gobierno de la Ciudad de México, en términos de la promoción del conocimiento, la información de todas las formas para prevenir un embarazo no deseado. Sobre todo, el embarazo adolescente, que aunque la Ciudad de México no está en los primeros lugares de este problema, sí existe.

El embarazo adolescente es un tema que quiebra la vida de las mujeres porque no tienen la madurez orgánica para poder albergar un bebé y entrar en ese proceso de gestación, que es un proceso complejo, que demanda tantas cosas del cuerpo huésped de la madre, así como el tema de quebrar su posibilidad de adquirir conocimientos, educación, oficios y habilidades que le permitan desarrollar una vida con autonomía económica.

Al final el tema termina siendo una cadena de transmisión de la pobreza y ese es un tema que tendría que verse de esa manera. Lo mismo que este tema de los médicos no objetores en el servicio. Me parece que este señalamiento que hace Regina, de que en todas las clínicas del Gobierno de la Ciudad debe haber siempre, en cada turno, un médico no objetor para que las mujeres puedan transitar con pleno acceso a este derecho.

Me parece también que esta legislación que se quedó atorada en la reforma a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, incorporando todas las prescripciones que están establecidas en la Norma 046, es de una importancia estratégica, así que yo les recomiendo a mis amigas que, para el próximo periodo electoral vayan a ser diputadas, que por favor no dejen de promover este cambio.

Requerimos que lo que dice la Norma 046, que es una legislación de tercer nivel, pueda pasar a una legislación secundaria con toda la importancia que ésta tiene como la Ley de Acceso y que estas causales del aborto que están planteadas como producto de la violencia sexual, sean un piso parejo de derechos que tengamos todas las mujeres en nuestro país.

Necesitamos un México no objetor.

Esa sería mi participación, muchas gracias.

--ooOoo--