Presentación de la colección de publicaciones: “El descuido de los cuidados.

Publicado el 28 Febrero 2018

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Discurso 05, 2018
Dra. Teresa Incháustegui Romero
Directora general del Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México
Presentación de la colección de publicaciones: “El descuido de los cuidados. Sus consecuencias en seguridad humana y desigualdad laboral”, en el marco de la 39 edición de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.
Auditorio Bernardo Quintana del Palacio de Minería

Buenas tardes.

Muchas gracias. Quiero agradecer la presencia de todas estas destacadas amigas, agradecer la presencia de la secretaria de Trabajo, Amalia García; a Geraldina González Marroquín, representante de la Organización Internacional del Trabajo; de Marta Lamas, nuestra querida mentora y amiga; de nuestra querida Mercedes Pedrero, también es colaboradora en este libro.

Lo que vamos a presentar hoy es resultado de al menos los últimos tres años de trabajo de la Comisión de Economía del Cuidado e Igualdad Laboral, bien llamada CECILA, que creamos en el Gobierno de la Ciudad de México, a partir de un Memorándum de Entendimiento firmado por el Jefe de Gobierno, el doctor Miguel Ángel Mancera, con la representante en México de la organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, ONU Mujeres.

En esa Comisión estuvieron presentes desde el Oficial Mayor, la Secretaría de Desarrollo Social, el Instituto de Capacitación para el Trabajo, la Secretaría de Desarrollo Económico, la Secretaría de Finanzas y el Inmujeres.

La idea de esa Comisión fue hacer una serie de investigaciones y propuestas respecto a este tema de la economía del cuidado, que es un tema fundante de la agenda del feminismo, sobre todo de la Segunda Ola donde venía como remuneración del trabajo reproductivo y posteriormente con toda la sistematización que se hizo del cuidado y de estos espacios que fueron dejando las mujeres por participar en espacios de trabajo, pero que se convirtieron en la doble jornada y al mismo tiempo en una carga que le resta competitividad en el mercado laboral.

Los estudios que son tres tomos, pero creo que el tercer tomo no alcanzó a salir, son tres tomos que compendian todos esos trabajos. La colección se llama “El Descuido de los Cuidados” y el primer tomo tiene todos los estudios que se hicieron preliminarmente sobre quién cuida en la ciudad, cuál es el costo en tiempo y a quienes se cuida.

El segundo tomo ya trae avances que se hicieron, que se recogen en un gran foro, una serie de presentaciones donde está todo lo relativo a los avances en el resto de América Latina.

Es un tema fundamental, pensamos que los pasos adelante que tenemos que dar para lograr la igualdad entre hombres y mujeres en el mercado de trabajo e ir remontando otros aspectos de la desigualdad social, pasan primero porque el Estado y el mercado reconozca el valor que tiene la inversión en cuidados para la reproducción y creación humana como un derecho universal y que también se permita otro tipo de organización familiar que pueda ir equilibrando las cargas, ir rompiendo con el esquema de que el trabajo doméstico y de cuidados es una carga "natural" para las mujeres.

Con esta perspectiva y todas las diversas miradas para la solución y propuestas para la solución del problema giran estos textos contenidos en estos dos tomos.

Para no seguir hablando y dejar que las expertas hagan la exposición, me quedo con la idea de que con estos dos tomos, la Secretaría de Trabajo como presidenta de la CECILA y todas las instituciones que cooperamos, de alguna u otra forma en la generación de estos materiales, estamos rindiendo cuentas de nuestra propuesta.

De hecho el tercer tomo es la Iniciativa de Ley para crear el Sistema de Cuidados en la Ciudad de México, que es el siguiente paso es una política social que promueva la igualdad entre grupos, promueva la igualdad entre hombres y mujeres.

Muchas gracias.

SEGUNDA INTERVENCIÓN

Normalmente para que una mujer salga a trabajar, tiene que dejar a otra mujer en su lugar, con lo cual además de ganar 23 por ciento menos que los hombres, cada mujer tiene que pagar un costo de oportunidad equivalente al salario de la mujer que deja cuidando, para poder acceder al trabajo.

Si le sumamos a ese costo de oportunidad lo que deja de percibir por la brecha, seguramente estaremos hablando de un 35 o 40 por ciento que tiene que pagar, porque el servicio de cuidado es cada vez más caro, es un servicio que tiene que ser de calidad, porque no podemos dejar a los hijos con cualquiera y eso implica dinero.

Lo que nosotras queremos plantear es que los temas del cuidado y del trabajo doméstico asalariado deben ser enfocados bajo una misma concepción. La idea de resolver el tema de los derechos de las trabajadoras en el esquema liberal de que cada mujer empleadora le pague, eso es solamente un método para encarecer el trabajo doméstico sin resolver el problema del cuidado.

En ese sentido, estamos obligadas a hacer una revolución mayor de estas concepciones para construir un sistema de cuidado que incluya la resolución de los derechos de las trabajadoras domésticas, pero que no implique una sobrecarga de costos de cuidado a la familia, porque si no tendríamos que subir todo el piso de remuneraciones al grado de poder absorber todos esos costos.

Es decir, se requiere realmente un esquema de ganar-ganar para todos los sectores, para el Estado, los empleadores, los hogares y los trabajadores, y repartir costos, distribuir costos de un sostenimiento de ese tipo.

Creo que la Ciudad tiene muchas potencialidades para hacerlo en el futuro. La Ciudad de México destina prácticamente un poco más de 40 centavos de cada peso del presupuesto a programas sociales y ninguna entidad tiene tal proporción de gasto social.

Tendríamos que optimizar y construir sinergias entre los programas. Nuestros programas tienen todavía un cariz asistencialista, tendríamos que pasar a un cariz de universalidad y derechos, pero también de esta concepción de resolver las desigualdades sociales y de género.

Sabemos que quien tiene más dinero, por diferentes razones, también consigue los mejores cuidados, está más cuidado y tiene la mayor disponibilidad de tiempo. Entonces tenemos que equilibrar tanto en género como en grupos sociales.

Se requiere una discusión muy importante, con problemas y soluciones, con alternativas de financiamiento, pero creo que la ciudad está madura para dar este debate y para construir alternativas que sean ganar-ganar para todos.

TERCERA INTERVENCIÓN

Necesitamos como ciudad resolver muchos problemas de la productividad humana que tienen que ver algunos con la movilidad, que nos hacen ser una ciudad que no estamos rindiendo con toda la productividad que debiéramos por hora-persona.

Entonces, ver además otras opciones de trabajo, el teletrabajo es una opción, pero mete directamente a las personas en el tema doméstico, tiene la posibilidad de permitir un espacio de cuidado pero hay cosas que pensarle.

Definitivamente el tema de la recuperación salarial no tiene discusión, en el sentido de que es moralmente inaceptable que tengamos estos niveles de remuneración salarial que son los más bajos del mundo y que ha sido tan brutal la caída que hemos tenido en 25 o 30 años.

El 40 por ciento de las mujeres de la Ciudad no trabajan de manera remunerada. Si tuviéramos posibilidades de más empleos, podríamos aumentar el Producto Interno Bruto de la Ciudad.

Hay que hacer todo un esfuerzo muy fuerte, es momento de hacerlo. La coyuntura de Trump nos enfrenta a esa necesidad de encontrar un nuevo modelo de desarrollo.